EL DIOS QUE YO CONOZCO

5.01. Los primeros en aplicar el principio de día por año a los 2.300 años fueron judíos

Daniel, al escribir guiado por la Inspiración, indicó que la profecía de los 2.300 días comenzaría con el Imperio Medo-Persa, en el este, tal como lo simboliza el "carnero" seguido por Grecia, el "macho cabrío" que surge del oeste, cuyo primer rey se señala como el cuerno notable (Daniel 8:20-21).

Cuenta una tradición que aproximadamente en 332,a. C., cuando Grecia estaba desplazando a Medo-Persia de su predominio, el sumo sacerdote Jadáa, ataviado con su pintoresca vestimenta sacerdotal, interpretó esta profecía ante Alejandro Magno, cuando el gran conquistador avanzaba hacia Jerusalén para someter a los judíos.

Así lo registra Josefo:

"Y cuando le fue mostrado [a Alejandro] el libro de Daniel, en el cual éste había declarado que uno de los griegos destruiría el imperio de los persas, él [Alejandro] creyó que él mismo era el mencionado, y en su gozo despidió a la multitud por el momento; pero al día siguiente los convocó otra vez y les dijo que pidieran cualquier dádiva que desearan. Cuando el sumo sacerdote [Jadúa] pidió que ellos pudieran observar las leyes de su país y que en el séptimo año quedaran exentos de tributos, él [Alejandro] les concedió todo eso. Entonces le rogaron que permitiera que los judíos de Babilonia y de Media también tuvieran sus propias leyes, y él gozosamente prometió hacer como se lo pedían" (Antigüedades xi. 8. 5).

Pero el cuerno "que creció mucho", que había de surgir más tarde, fue considerado por Josefo como Antíoco Epífanes. Sin embargo, otros judíos posteriores como Nehavendí de Persia (siglo IX), consideraban que los 2.300"días" eran años que se debían contar a partir de la destrucción de Silo, en 942 a. C.

Jefet ibn Alí (siglo X), de Palestina, consideraba que el cuerno "que crecía mucho", que echa por tierra la verdad, era el mahometismo, y que los2.300 "días" eran años; pero computaba las 2.300"tardes y mañanas" como 1.150 días [la mitad de 2.300] años completos.

En el mismo siglo, Saadías de Fayum, que escribió en Babilonia, también interpretaba los 2.300 como 1.150 años. Pero el célebre Rashi, de Francia, y otros eruditos judíos, estimaban que los 2.300 "días" proféticos eran años completos, aunque comenzaban el período en fechas diferentes, tales como la entrada de Israel a Egipto o la erección del primer templo.

Nahmánides, notable talmudista y rabino catalán (1194-1260), hacía arrancar los 2.300 años del reinado de David; Simón ben Zema Durán (1361-1444), médico y rabino en Argel los ubicaba desde la destrucción del reino de Israel, de 450 a.C. a 1850 d. C., aproximadamente. Pero el gran expositor español Isaac Abrabanel interpretaba que los 2.300 años representaban la duración del exilio bajo el poder romano, y los hacía terminar significativamente en "días muy lejanos" en el "tiempo del fin".