En resumen, Daniel 2 ha sido interpretado con mucha unanimidad por los expositores judíos, católicos y protestantes durante casi 2.000 años, en lo que atañe a los cuatro poderes mundiales, de Babilonia a Roma.
En los pies y los dedos de los pies del hombre metálico de la profecía se han reconocido los fragmentos del Imperio Romano que continúan hasta hoy en la forma de las naciones modernas de la Europa occidental.
Las principales diferencias - además de la variación del cuarto imperio, interpretado como los reinos helenísticos o como Roma - han sido:
(1) que los judíos consideran que la piedra sencillamente era el reino mesiánico venidero que ellos esperan aún;
(2) que la mayor parte de los católicos sostienen que la piedra es la actual Iglesia Católica, en un proceso inexorable de convertirse en el monte que llenará el mundo, y
(3) que la mayoría de los protestantes han interpretado que es el futuro reino que será establecido por Cristo cuando tenga lugar su segunda venida.
Por lo tanto la interpretación histórica fundamental de Daniel 2 es:
Por lo tanto la interpretación histórica fundamental de Daniel 2 es:
(1) Cuatro poderes mundiales,
(2) Roma dividida en diez reinos con todas sus vinculaciones matrimoniales, sus ligas y alianzas inútiles;
(3) La mezcla del hierro y el barro que simboliza la unión del "poder estatal y el poder eclesiástico", y
(4) El establecimiento futuro del reino de Dios, el cual será una realidad por la intervención divina en los asuntos humanos mediante la segunda venida de Cristo, cuando finalmente terminará el lapso concedido al reinado del anticristo.