A medida que avanzamos debe tenerse en cuenta un punto: las profecías de Daniel son únicas en el AT.
Los escritos de los profetas anteriores no suministraron una cronología de sucesos futuros. A veces el primer advenimiento de Cristo y su segunda venida parecían presentarse juntos sin indicar el tiempo que habría de separarlos y sin hacer una diferencia entre los triunfos espirituales de la iglesia en el mundo presente y las glorias del reino eterno de Dios en la tierra renovada.
Por otro lado, los bosquejos proféticos de Daniel presentan la secuencia y continuidad cronológica del plan divino de los siglos. Cubren las centurias en ininterrumpida progresión desde el tiempo de Daniel hasta el establecimiento del reino de Dios y la tierra nueva. Presentan el marco del reino, dentro del cual se lleva a cabo el glorioso plan divino de la redención, en la primera y la segunda venida de Cristo.
Este itinerario inspirado de los siglos revela el tiempo del primer advenimiento, y el "tiempo del fin" que precede al segundo advenimiento.
Las profecías de Daniel revelan claramente la mano decisiva de Dios en la historia y su dominio de los asuntos mundiales; presentan la filosofía divina de la historia y su significado; despliegan el proceso del gran plan de redención de Dios, con la terminación catastrófica de los siglos en el futuro; y por último presentan la única esperanza del mundo y su final glorioso.
Lo que fue revelado a Daniel en visión podría compararse con una película cinematográfica silenciosa, pues Daniel veía transcurrir la sucesión de los hechos, como en el caso de la piedra que fue arrojada y golpeó a la imagen metálica de Daniel 2, pulverizando sus componentes y convirtiéndose en una montaña que llenó para siempre toda la tierra.
En otros casos, sus visiones podrían compararse con una película con sonido o una transmisión por televisión, en las cuales Daniel escucha las palabras blasfemas pronunciadas por el cuerno pequeño del cap. 7, o contempla la sucesión de las bestias simbólicas, el surgimiento de los diez cuernos, el desarraigo de tres de éstos y el crecimiento desafiante del cuerno pequeño, a lo cual siguen las escenas del juicio.
De modo que Daniel proporciona un nuevo tipo de profecía: el bosquejo profético cronológico con sus diferentes períodos. Ahora nos ocuparemos de esta serie de cuadros proféticos de Daniel, en la forma como sus diversos elementos fueron comprendidos por los expositores a través de los siglos.