EL DIOS QUE YO CONOZCO

5.10. Expositores norteamericanos de los 2.300 años

Entre los expositores premilleritas y no milleritas de 1800 a 1844, hubo muchos intérpretes de las profecías, cultos y prominentes.

Muchos eran pastores de grandes iglesias urbanas. No pocos tenían el equivalente de un título de profesor y otros de doctor.

Algunos ocupaban el puesto más encumbrado de su denominación, entre otros el Dr. Joshua L. Wilson, de Cincinnati, por un tiempo presidente de la Asamblea General Presbiteriana; John P. K. Henshaw, de Rhode Island, obispo protestante episcopal, y Alexander Campbell, de Virginia, fundador de Los Discípulos de Cristo.

Algunos fueron rectores de universidades; por ejemplo, Timothy Dwight, de Yale, Eliphalet Nott, de Union College (Schenectady) y George Junkin, de Miami University (Oxford, Ohio).

Dos otros intérpretes, Elías Burdick y Robert Scott, fueron médicos; uno, John Bacon, fue juez, y otro, Elías Boudinot, diputado y director de la casa de la moneda.

De las pocas publicaciones religiosas que entonces se editaban, varias se ocupaban de las profecías, tales como la edición bostoniana del Christian Observer, y el Connecticut Evangelical Magazine.

Estas publicaciones eran voceros de los anglicanos, presbiterianos, discípulos y de la llamada Conexión Cristiana; una era interdenominacional.

Entre los redactores de esas páginas que influían en el modo de pensar de la gente, figuraron Alexander Campbell del Millennial Harbinger (Precursor del milenio), y Elías Smith del Herald of Gospel Liberty (Heraldo de la libertad evangélica).

La mayoría de los expositores que se ocuparon de la ubicación cronológica de los 2.300 años se dividían casi por igual, entre 453 a. C.-1847 d. C., y 457 a. C.-1843 ó 1844, aunque algunos hacían terminar el período en 1867 ó 1868, y otros pocos en diferentes fechas.

También estaban divididos respecto al cuerno pequeño "que creció mucho" (Daniel 8). Algunos lo interpretaban como la Roma pagana y papal, pero la mayoría como el mahometismo (aun entre aquellos que veían al papado en el cuerno pequeño del capítulo 7). También se presentaba con frecuencia la opinión de que el cuerno del cap. 8 representaba a Antíoco Epífanes.

La mayoría de estos intérpretes esperaba que los 2.300 años terminaran con algún gran acontecimiento que diera principio al milenio o preparara el camino para él. Esperaban un aumento notable de la justicia y de la paz, o la purificación del santuario/iglesia de la apostasía y la corrupción, o la destrucción del anticristo, o la liberación de la tierra santa del poder de los musulmanes.

Los premilenaristas esperaban el reinado de Cristo en la tierra con sus santos; los postmilenaristas anticipaban un notable derramamiento del Espíritu y una gradual conversión del mundo antes de que apareciera Cristo.