EL DIOS QUE YO CONOZCO

6.02. El "continuo" - Definido por los reformadores protestantes

Nicolás von Amsdorf, primer obispo protestante de Naumburg, íntimo colaborador de Lutero, también afirmaba que el "continuo" era la "predicación inmaculada del Evangelio", que ha sido anulado y suplantado por las tradiciones humanas de la apostasía papal.

Al mismo tiempo, Johann Funck, de Nuremberg (primera ciudad libre que adoptó los principios de la Reforma), quien en 1564 ubicó las 70 semanas desde 457 a. C. hasta 34 d. C., también interpretaba el "continuo" como el "verdadero culto" de Dios.

En el siglo XVII, el obispo anglicano George Downham, de Inglaterra, continuó haciendo resaltar que el papa había quitado el "continuo", el cual él definía como la "verdadera doctrina y el culto de Dios de acuerdo con su Palabra". Decía que esa desolación continuaría hasta que terminaran las 2.300 tardes y mañanas.

Thomas Beverley, que ubicaba los 2.300 años entre Persia y el segundo advenimiento, concordaba con esto, e insistía en que el papado había quitado el "continuo culto de los santos". También hacía notar la relación entre los períodos de los 1.290, 1.335 y 2.300 años.

Entre los expositores norteamericanos que siguieron esta misma interpretación, los dos primeros comentadores coloniales sistemáticos acerca de Daniel fueron Efraín Huit (1644) y Thomas Parker (1646), quienes explicaban respectivamente el "continuo" como "el culto continuo de Dios" y como "el continuo sacrificio o verdadero culto" eliminado por el papado.